Blitzkrieg: La Historia y Legado de la Guerra Relámpago de la Alemania Nazi al Comienzo de la Segunda Guerra Mundial

ISBN: 9781987622034
$9.99
La guerra siempre ha sido una competencia entre defensiva y ofensiva. Por momentos ambas han estado relativamente balanceadas, pero en otros momentos, una llega a ser mucho más poderosa. Es durante esos tiempos que ocurren las más grandiosas innovaciones militares.

El tanque fue desarrollado en primer lugar por los británicos y los franceses durante la Primera Guerra Mundial como un medio para romper con el deadlock en el Frente Occidental. Más que en ninguna guerra anterior, el balance de poder se inclinaba hacia la defensa, ya que las ametralladoras, trincheras, bunkers, alambre de púas y rifles de rapid-fire hacían prohibitivos los costos de ataques frontales sobre posiciones establecidas. En los meses culminantes de la guerra, el tanque igualó parcialmente ese balance, incluso cuando los comandantes de la guerra se demostraron inicialmente no estar seguros de cómo usarlos. Si bien no se puede decir que el tanque ganó la guerra, sí contribuyó a su fin, y si la lucha hubiera continuado otro año, la producción en masa que había comenzado en los países aliados podría haber sido decisiva.

Todas las principales potencias, y muchas de menor envergadura, aprendieron su lección en la I Guerra Mundial. Durante el periodo de interguerra (finales de 1918 hasta mediados de 1939), una gran variedad de tanques y armas antitanque fueron desarrollados por un número de diversos países, y esas naciones que no tenían sus propios modelos se apresuraron a comprarle algunos a los países más avanzados. Estos tanques darían forma a la guerra que vendría.
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