Casanova: La Aventurada Vida y Legado del Mujeriego Más Famoso del Mundo
ISBN: 9781979847971
$9.99
“Con frecuencia he encontrado la felicidad después de algún paso imprudente que debía haber provocado mi ruina y, aunque censurándome, agradezco a Dios por su misericordia”. - Casanova
Contrario a la leyenda libidinosa, como ha sido vista a través del lente rosa de Hollywood, el Giacomo Casanova real no poseía la mandíbula fuerte y cincelada de Heath Ledger, o los penetrantes ojos azules cual lagunas de Richard Chamberlain. Más bien, los retratos del Casanova real muestran un rostro simple, incluso poco memorable, de mandíbula pastosa, nariz prominente, un poco torcida, y ojos saltones y muy juntos. En esencia, aunque ciertamente no era poco atractivo, estaba lejos de ser alguien que llegaría a ser visto como sinónimo de mujeriego. De cualquier manera, Casanova fue partícipe de cientos de encuentros románticos y, lo que fuera que el hombre careciera en atractivo físico, lo compensaba indudablemente con su encanto, mística y magnetismo animal. Era también bastante pragmático y realista acerca de todo eso: “El amor verdadero es aquel que surge a veces después del placer sensual: si lo hace, es inmortal; el otro tipo inevitablemente caduca, porque se basa en mera fantasía”.
Contrario a la leyenda libidinosa, como ha sido vista a través del lente rosa de Hollywood, el Giacomo Casanova real no poseía la mandíbula fuerte y cincelada de Heath Ledger, o los penetrantes ojos azules cual lagunas de Richard Chamberlain. Más bien, los retratos del Casanova real muestran un rostro simple, incluso poco memorable, de mandíbula pastosa, nariz prominente, un poco torcida, y ojos saltones y muy juntos. En esencia, aunque ciertamente no era poco atractivo, estaba lejos de ser alguien que llegaría a ser visto como sinónimo de mujeriego. De cualquier manera, Casanova fue partícipe de cientos de encuentros románticos y, lo que fuera que el hombre careciera en atractivo físico, lo compensaba indudablemente con su encanto, mística y magnetismo animal. Era también bastante pragmático y realista acerca de todo eso: “El amor verdadero es aquel que surge a veces después del placer sensual: si lo hace, es inmortal; el otro tipo inevitablemente caduca, porque se basa en mera fantasía”.